El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó que el cambio climático amenaza los derechos fundamentales de millones de personas e instó a los Estados a acelerar una transición justa hacia energías renovables, bajo un enfoque de equidad y justicia global.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 30 de junio 2025.- La crisis climática no sólo es una emergencia ambiental, sino una grave amenaza para los derechos humanos en todo el mundo, aseveró este lunes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. Durante su intervención en el panel anual del Consejo de Derechos Humanos, Türk subrayó que fenómenos como olas de calor, inundaciones y sequías están erosionando garantías básicas como “el derecho a la vida, la salud y un medio ambiente limpio”.
“La crisis climática es una crisis de derechos humanos”, declaró Türk, criticando los patrones de producción y consumo actuales por ser “insostenibles” y exigiendo el abandono progresivo de los combustibles fósiles. “La ola de calor que vivimos aquí, en Ginebra, es un recordatorio de que sin medidas de adaptación, los derechos humanos estarán en peligro”, afirmó, en referencia a las temperaturas récord registradas esta semana en Europa.
Aunque reconoció avances, como el incremento en la capacidad de energías renovables (cinco veces mayor entre 2011 y 2023), el Alto Comisionado advirtió que falta una hoja de ruta clara para lograr una transformación justa. “Esta transición requerirá reestructurar sectores clave como energía, agricultura y finanzas, y será una de las mayores transformaciones de la historia”, señaló. Sin embargo, Türk alertó que, sin un enfoque centrado en los derechos humanos, el proceso podría profundizar desigualdades existentes.
Uno de los puntos críticos destacados fue el impacto laboral. Türk mencionó que, si bien la transición verde generará millones de empleos, también eliminará unos seis millones en el sector de combustibles fósiles, donde muchos trabajadores carecen de protección social. “Hay 3800 millones de personas sin acceso a seguridad social básica; no podemos dejar a nadie atrás”, recalcó. Además, pidió integrar la igualdad de género, el respeto a los pueblos indígenas y la rendición de cuentas corporativa en las políticas climáticas.
El Alto Comisionado también denunció las tácticas de desinformación y greenwashing de las empresas contaminantes. “Los contaminadores deben pagar”, insistió, exigiendo regulaciones más estrictas para evitar “soluciones falsas” que retrasen la acción real. Türk enfatizó que el cambio climático es un “imperativo moral” y que los gobiernos deben priorizar economías basadas en derechos humanos, sostenibilidad y equidad intergeneracional.
En su llamado final, Türk urgió a los Estados a actuar con determinación: “Una transición justa no es opcional; es esencial para el futuro de la humanidad”. Su mensaje resonó como un recordatorio de que la lucha climática y la justicia social son inseparables en el camino hacia un planeta habitable.