La Fiscalía de Guanajuato notificó a la familia de Dulce Alejandra Marmolejo que los restos entregados en 2020 podrían contener partes de otras personas no identificadas. Colectivos y familiares exigen protocolos claros, restitución digna y justicia. “Le lloré cuando desapareció y ahora tengo que volver a enterrarla”, denuncia su madre.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
A cinco años de haber entregado el cuerpo de Dulce Alejandra Marmolejo López a su familia, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guanajuato notificó que los restos exhumados podrían no corresponderle totalmente. La madre de Dulce, integrante del colectivo Hasta Encontrarte, fue llamada para informarle que debía abrir nuevamente la tumba de su hija porque en los restos entregados en 2020 se identificaron irregularidades que apuntan a la presencia de otras personas desaparecidas.
“La revictimización de las autoridades no tiene límites. A cinco años de enterrar el cuerpo de su hija, la Fiscalía le llama para decir que en los restos humanos que le entregaron puede haber otras personas sin identificar”, denunció el colectivo en un comunicado difundido el 16 de julio.
Dulce Alejandra desapareció el 16 de julio de 2020 en Irapuato, Guanajuato. Fue encontrada sin vida el 20 de julio del mismo año y sus restos fueron entregados a su familia el 29 de agosto de 2020. Desde entonces, su madre ha vivido un duelo constante, visitando su tumba cada Día de las Madres, cada cumpleaños, cada Día de Muertos, creyendo que al menos tenía un lugar donde recordar y honrarla.
“Le lloré a mi hija el día de su desaparición, le lloré cuando me llamaron para decirme que la tenían en Semefo, le lloré el día que por fin me la entregaron. La dejé en el panteón en agosto de 2020 y cada cumpleaños, cada Día de las Madres, cada Día de Muertos iba a verla. Y ahora me dicen que tengo que volver a enterrarla”, expresó con indignación y profundo dolor.
El caso de Dulce revela una grave crisis institucional. Las autoridades forenses de Guanajuato han fallado en garantizar los protocolos mínimos para la identificación de cuerpos.
El colectivo Hasta Encontrarte denunció que el caso demuestra una vez más la falta de profesionalismo, protocolos y humanidad en la actuación de la Fiscalía. Exigieron una entrega digna a las familias, restitución y memoria con garantías de reparación y no repetición. A la Comisión de Atención a Víctimas le demandan un acompañamiento real y cercano, pues la exhumación de Dulce se ha realizado sin apoyo institucional debido a la desconfianza en la Fiscalía, exigiendo en cambio la presencia de peritos independientes.
Para el colectivo, este hecho, más que un error aislado, forma parte de una cadena de negligencias que afectan a cientos de familias en el país. “Cada irregularidad en la entrega de restos es una herida más para quienes viven buscando justicia, verdad y paz para sus seres queridos desaparecidos. En México, la muerte tampoco garantiza el descanso.”
