No se puede hablar de Rock en México sin mencionar a El Mastuerzo, Sergio Arau y Armando Vega-Gil, Los Botellos.
Por: Cinthia Quinto / @CinQuinto / @somoselmedio
Francisco Arturo Barrios Martínez, mejor conocido como El Mastuerzo, es músico, compositor, actor y productor. Nació el 23 de noviembre de 1955 en Tulancingo, Hidalgo. Su padre, David Barrios, era director de la orquesta del pueblo; su madre, Raquel Martínez, y sus hermanos, Gloria Edith, Clemente y David, formaban parte de una familia cercana a la música. Francisco cursó la primaria en la escuela Justo Sierra y la secundaria en la Lic. José Ma. Lezama. Al concluir sus estudios básicos, su familia se mudó al entonces Distrito Federal para continuar con su desarrollo profesional. En 1971 llegaron a la ahora Ciudad de México, donde Francisco estudió el nivel medio superior.
El grupo Los Nakos surgió como una brigada cultural del Consejo Nacional de Huelga del Movimiento Estudiantil de 1968. Francisco se integró a esta agrupación como cantante y percusionista, participando entre 1976 y 1984. Durante ese periodo grabó varios materiales discográficos, entre los más destacados Los Nakos y La lengua. También participó en festivales, encuentros de canción, obras de teatro y giras por Europa, Estados Unidos, Cuba y Méxi
Según su biografía, durante su etapa universitaria conoció a Armando Vega-Gil, quien le daba clases en la Facultad de Antropología. Juntos compartían su interés por la música, especialmente por el rock mexicano, y la necesidad de crear una banda. Fue Vega-Gil quien le presentó a Sergio Arau.
En 1983, mientras aún pertenecía a Los Nakos, El Mastuerzo fundó junto a Sergio Arau y Armando Vega-Gil la banda Botellita de Jerez, grabando discos como Naco es chido y Charrock and Roll. Con el tiempo, la agrupación se consolidó como una de las más icónicas del rock mexicano.
Paco fundó a los precursores del Guacarrock, un estilo que combinaba punk con elementos de la cultura popular mexicana, burlándose de sí mismos y ganando popularidad rápidamente. Esta creciente fama lo llevó a abandonar Los Nakos para dedicarse por completo a Botellita de Jerez, grupo que vivió varios periodos de actividad y reinvención, conocidos como Los Botellos.
Simultáneamente, Paco alternaba su trabajo como chofer de taxi con sus actividades en Botellita de Jerez. En 1985, junto a sus compañeros, fundó Rockotitlán, un espacio clave para el rock nacional. Mientras Paco aportaba ideas sobre la identidad del lugar, Sergio Arau se encargaba de la estética y Armando Vega-Gil de la composición.
Rockotitlán fue inaugurado el 18 de septiembre de 1985 por Botellita de Jerez. La banda estableció reglas como “por ningún motivo se pueden tocar covers” y “está prohibido cantar en inglés, a menos que seas Javier Bátiz”. Estas normas marcaron un hito al impulsar que las bandas mexicanas cantaran en español.
Además de apoyar a nuevas bandas en Rockotitlán, El Mastuerzo participó como músico, intérprete y productor en importantes proyectos musicales. Colaboró con artistas como Los Patita de Perro, Carlos Arellano, Gerardo Peña, Silvina Tabbush y Trolebús, entre otros.
En 1985, Botellita de Jerez grabó su segundo álbum, La venganza de los hijos del guacarock, que abrió más espacios para el rock mexicano. Junto a Guillermo Briseño, Rockdrigo González, Dangerous Rhythm (posteriormente Ritmo Peligroso) y Three Souls in My Mind (más tarde El Tri), contribuyeron a la consolidación del género en el país.
En 1987 lanzaron Naco es chido, un álbum homenaje a Rockdrigo González, fallecido en el sismo de 1985. En esta producción participaron músicos como Alex Lora, Guillermo Briseño, Octavio Espinoza “El Sopas” y Jaime López, consolidando aún más el lugar de la banda en la historia del rock mexicano.
Francisco compuso muchas letras para la banda, pero también asumió el rol de publirrelacionista. Esta doble función generó tensiones con Sergio Arau, ya que Paco organizaba presentaciones sin contratos formales o en lugares poco adecuados. En 1988, Arau decidió dejar la banda. En su lugar, Paco invitó a Lalo Tex y al Sr. González (de la banda Baraja), quienes se sumaron a una renovada Botellita de Jerez.
Tiempo después, junto a Armando Vega-Gil, incorporaron a Santiago Ojeda (ex Caifanes) y a Benjamín Alarcón. Bajo la asesoría musical de Eduardo Gamboa, surgieron producciones como Niña de mis ojos y Forjando patria. La banda se diversificó, participó en programas de televisión, telenovelas y experimentó con otros géneros, como la cumbia, algo que a Paco no le incomodaba, ya que lo consideraba parte de su labor creativa.
Durante un ensayo, Ojeda tocó un riff punk. Armando y Paco lo siguieron, pero Alarcón no estuvo de acuerdo y dejó la banda. A partir de ahí, comenzaron a trabajar con letras escritas por Paco, lo que dio origen al álbum Forjando patria. Este proyecto los llevó a participar en brigadas de apoyo al EZLN, junto a bandas como Maldita Vecindad y Santa Sabina.
En la penúltima grabación de Botellita, Ojeda salió del grupo y fue reemplazado por Fernando Andrade “El Androide”. Con él grabaron Superespecial de Botellita de Jerez, un disco acústico conocido como El descremado.
En 1996, el grupo se despidió con el concierto El último Guacarrock, cuya grabación sería su último disco. Posteriormente, El Mastuerzo inició su carrera como solista rolero, dando a conocer la lucha del EZLN. En sus canciones incorporó fragmentos de los comunicados del movimiento zapatista, manteniendo así una propuesta combativa en diversos escenarios.
Ese mismo año, con el sello BMG-Culebra, lanzó su primer disco como solista: Prohibido. Participaron músicos como Rafael Herrera, Armando Vega-Gil, Guillermo Briseño y Jorge Luis “Cox” Gaytán. El álbum abordaba temas de protesta, sátira, humor y amor, con canciones como Prohibido, El corrido del pasamontañas y La mamá de Tarzán.
En 1996 también, Café Tacvba incluyó en su álbum Avalancha de éxitos una versión de Alármala de tos, lo que permitió a una nueva generación conocer a Botellita de Jerez.
Cinco años después, Paco lanzó Podrid@, un disco que fusionó instrumentos acústicos como guitarra, violín y contrabajo con letras cargadas de crítica social. Participaron León Chávez Teixeiro, Juan Pablo Villa, Rodrigo Solís y la banda Carne de Res, integrada por Jorge Luis “Cox” Gaytán, Juan Carlos Novelo y Aleph Castañeda. Su hija, Valentina Barrios, también colaboró. Destacan temas como Bartola, Toque de queda y La muerte de los loc@s viej@s.
Paco también incursionó en el cine. Participó en películas como Chido Guan, el Tacos de Oro (1986), Más que alcanzar una estrella (1992), Naco es chido (2009), La brújula la lleva el muerto (2011) y El invitado de piedra (2012). En 1990 actuó en la telenovela Alcanzar una estrella.
En 2005, la formación original de Botellita de Jerez se reunió en Rockotitlán. Posteriormente se presentaron en el Vive Latino y filmaron un falso documental dirigido por Sergio Arau, proyectado en salas comerciales y festivales en 2009.
Tras los reencuentros, conciertos y producciones, Paco Barrios se consolidó como uno de los pilares del rock mexicano contemporáneo.
En 2010 participó como músico, intérprete y coproductor del disco La chava de la Martin Carrera, homenaje a León Chávez Teixeiro. Ese mismo año escribió el prólogo del libro La ventana y el umbral de Armando Vega-Gil, además de componer una canción homónima que dio origen al proyecto L@s Jij@s del Maíz.
En diciembre de 2012, tras la salida de Arau, Paco decidió continuar con la banda, ahora llamada HH Botellita de Jerez, conformada por los miembros de 1991: El Mastuerzo, Armando Vega-Gil, Rafael González “Sr. González” y Santiago Ojeda.
En 2013, junto a ellos, compuso NoPinchesMames, una producción inédita de Botellita de Jerez con letras combativas y una rica instrumentación, considerada como uno de los mejores trabajos de la banda.
En 2015, la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) otorgó a El Mastuerzo el reconocimiento “Trayectoria 25 y más”.
El 2 de abril de 2019, Francisco recibió la noticia del suicidio de su amigo y compañero Armando Vega-Gil. Con su fallecimiento, la banda Botellita de Jerez llegó a su fin, cumpliendo así el acuerdo mutuo de que, con la muerte de alguno, la agrupación desaparecería.