La comunidad tsotsil de Tzajalchen, municipio de Chenalhó, Chiapas, conmemoró medio siglo de existencia con un llamado ecuménico por la paz, denunciando la persistente violencia en Chiapas y la falta de voluntad del Estado. Desde su Campamento Civil por la Paz —creado en 1994— exigen justicia y solidaridad internacional.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 1 de mayo 2025.- En el corazón de Chenalhó, Chiapas, la comunidad tsotsil de Tzajalchen, cuyo nombre significa, “Cueva Colorada”, celebró este miércoles 30 abril sus 50 años de resistencia con una “acción de gracias” ecuménica, reafirmando su compromiso por la paz ante la violencia que persiste en la región. El acto conmemorativo evocó la historia del Campamento Civil por la Paz, establecido en 1994 durante el conflicto zapatista, que sirvió como refugio para desplazados y símbolo de unidad.
“Somos guardianes de la memoria”, declararon las autoridades comunitarias, recordando su vinculación con la organización Las Abejas de Acteal. Pese a diferencias religiosas o políticas, destacaron que la cohesión social y la fe han sido pilares para sobrevivir a masacres como la de Acteal (1997) y asesinatos como los del sacerdote Marcelo Pérez Pérez o el activista Simón Pedro.
Por otra parte, acusaron al gobierno de perpetuar “falsos discursos de paz” mientras la violencia —entre familias y por grupos armados— se recrudece. Citando textos bíblicos y convenios internacionales como el de Ginebra (1864), exigieron el cese de la impunidad y pidieron solidaridad a la ONU —en su 80 aniversario— y a colectivos en Europa y América Latina que los han apoyado.
“Hasta ahora sólo por la misericordia de nuestro Padre y Madre creador del cielo y la tierra hemos sobrevivido y también gracias a nuestra unidad comunitaria”, expresaron, señalando que la acción de gracias también fue un momento para elevar plegarias y dar su palabra a la sociedad civil nacional e internacional.