Al menos cinco miembros del equipo de Al Jazeera, incluido el corresponsal Anas al-Sharif, murieron en un bombardeo israelí frente al Hospital al-Shifa en Gaza. La cadena catarí denuncia un asesinato deliberado, mientras Israel los acusa de vínculos con Hamás. Organismos internacionales exigen una investigación independiente.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 11 de agosto de 2025.– Un ataque aéreo israelí contra una carpa de prensa frente al Hospital al-Shifa, en la Ciudad de Gaza, provocó la muerte de cinco miembros del equipo periodístico de Al Jazeera el pasado domingo. Entre las víctimas se encuentra el reconocido corresponsal Anas al-Sharif, de 28 años, junto a sus colegas Mohammed Qreiqeh, Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa. El periodista freelance local Mohammed al-Khaldi, colaborador de la cadena, también perdió la vida. En total, siete personas murieron en el ataque.
El hecho ocurre en un contexto de intensificación de la ofensiva militar israelí en Gaza, en medio de uno de los conflictos más mortíferos para la prensa en la historia reciente: más de 190 periodistas han sido asesinados desde el inicio de la guerra en octubre de 2023.
Al Jazeera Media Network condenó el ataque como un “asesinato selectivo y premeditado” contra sus periodistas y acusó al Ejército de Israel de intentar silenciar a las últimas voces que documentaban la devastación en Gaza. La cadena catarí denunció que el ataque fue deliberado y exigió a la comunidad internacional acciones inmediatas para proteger a los periodistas y frenar lo que calificó como un genocidio en curso.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel reconocieron haber atacado la ubicación de los reporteros, asegurando que su objetivo era Anas al-Sharif, a quien acusaron de ser miembro de Hamás. Israel no presentó pruebas verificables para sustentar la acusación, afirmando que muchos de los periodistas muertos en Gaza eran militantes que se hacían pasar por reporteros.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados del Estado de Palestina responsabilizó directamente a Israel de la “masacre de periodistas más prolongada de la historia”, señalando que más de 230 comunicadores en Gaza han sido convertidos deliberadamente en blanco de ataques, incitados y asesinados. La declaración denuncia que esta política sistemática busca silenciar a quienes documentan y denuncian la limpieza étnica en Palestina, y que tiene como objetivo eliminar cualquier testigo de lo que califican como un genocidio.
El Ministerio llamó a periodistas y asociaciones de prensa de todo el mundo a organizarse y actuar para proteger a los comunicadores palestinos, rechazando las mentiras y la propaganda que, afirman, promueve Israel para deshumanizar y desacreditar su labor. “Ningún periodista debe ser cómplice de la incitación y el asesinato de otro periodista”, subraya el texto, al tiempo que reconoce a los periodistas palestinos como héroes que ejercen su oficio con un profesionalismo y una devoción por la verdad inquebrantables, incluso en las condiciones más extremas.
La Misión de Palestina ante la ONU calificó el ataque como un asesinato deliberado, mientras que el grupo Hamás lo enmarcó en una campaña para eliminar a la prensa antes de intensificar la ofensiva militar. Organismos como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunciaron que este caso refleja un patrón de ataques contra periodistas palestinos y advirtieron que asesinar a reporteros en zonas de conflicto constituye un crimen de guerra.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, y su portavoz Stéphane Dujarric, expresaron sus condolencias y exigieron una investigación independiente. El primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, y representantes de varios países condenaron el ataque y pidieron que se garantice la seguridad de la prensa en Gaza.
La muerte de estos periodistas ha reavivado el debate sobre la impunidad en crímenes contra la prensa y la necesidad de proteger a quienes arriesgan sus vidas para informar desde zonas de guerra.