El fiscal general Alejandro Gertz Manero reveló que las autoridades estadounidenses conocían la orden de aprehensión en contra del boxeador, Julio César Chávez Jr., pero permitieron su estancia legal hasta su reciente deportación.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 7 de julio 2025.- Durante la conferencia del Gabinete de Seguridad celebrada el 6 de julio, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, dio a conocer detalles sobre la orden de aprehensión y la posterior deportación del boxeador Julio César Chávez Jr. El fiscal señaló que la orden, emitida en 2023, no fue ejecutada antes debido a la falta de respuesta por parte de las autoridades estadounidenses, quienes, aseguró, estaban plenamente informadas del caso.
Gertz Manero recordó que la investigación contra Chávez Jr. y otros 12 presuntos implicados comenzó en 2019, a raíz de una denuncia presentada por el Departamento del Interior de Estados Unidos, por delitos relacionados con delincuencia organizada, tráfico de drogas, armas y personas. “La carpeta judicial se integró con pruebas aportadas por ambos países y, en 2023, se judicializó, emitiéndose órdenes de aprehensión”, explicó. Entre los detenidos en ese proceso estuvieron Ovidio Guzmán (“El Ratón”) y Néstor Isidro Pérez Salas (“El Nini”), posteriormente extraditados a Estados Unidos.
El fiscal reveló que, pese a la orden de captura, Chávez Jr. ingresó a Estados Unidos en 2023 con una visa de turista. “Las autoridades americanas lo sabían. Él se estableció, se casó y vivió libremente allá”, afirmó. De acuerdo con Gertz Manero, México realizó “solicitudes y notificaciones durante un año y medio” para su detención, sin obtener respuesta hasta su reciente arresto y deportación.
El titular de la FGR aseguró que sus declaraciones buscan aclarar las críticas sobre una supuesta inacción por parte de la Fiscalía mexicana. Subrayó que tanto el gobierno estadounidense como el propio padre de Chávez Jr. reconocieron que el boxeador vivía “protegido por las leyes de EE.UU.”. “Nos reclaman por no detenerlo, pero fueron ellos quienes tardaron en actuar”, sentenció.
Gertz Manero enfatizó que el caso evidencia los retos que persisten en la cooperación binacional contra el crimen organizado. Si bien México ha extraditado a figuras clave del Cártel de Sinaloa, la demora en la detención de Chávez Jr. pone de manifiesto las tensiones en los protocolos bilaterales. “La orden existía, pero su aplicación dependía de voluntades”, subrayó. Finalmente, advirtió que este episodio refleja fallas en el intercambio de información: “Que un fugitivo con orden activa ingrese legalmente a EE.UU. cuestiona los mecanismos de alerta”.