Por Max González Reyes
Los presidentes de las mesas directivas, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado de la República, representan jurídicamente al Poder Legislativo en actos oficiales; asimismo, tienen la función de conducir las sesiones de su respectiva cámara. Es por ello que quienes ejercen esa función tienen que conducirse institucionalmente, ya que protestaron guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanan, además de ser representantes ciudadanos. El actual presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, llegó a ese cargo como recompensa a la tercera posición que tuvo en la encuesta interna de Morena para elegir candidato presidencial en 2024. El pretendía que le dieran una secretaría de Estado pero al no haber opciones, le dieron la presidencia senatorial.
Cabe recordar el historial legislativo del ahora senador Fernández Noroña, pues cuando fue diputado por primera vez, en la LXI Legislatura (2009-2012), cobró fama por su postura radical a ciertos temas y personas, muchas veces tuvo actitudes en contra del reglamento y del respeto que se le debe a los integrantes de la Mesa Directiva. Ahora son muy famosas aquellas sesiones donde el diputado Noroña increpaba al presidente de la Mesa Directiva porque no le daban la palabra o le negaban el micrófono por pasarse del tiempo establecido para el orador. Incluso hubo varias sesiones que él mismo llevó una campana y un megáfono para ser escuchado cuando no le permitían hablar. De igual manera, en varias ocasiones las sesiones de la Cámara de Diputados se tuvieron que suspender porque las acciones del diputado no permitían el desarrollo de la sesión, pues gritaba, interrumpía y pedía la palabra cuando no le correspondía, y si no le permitían hablar tomaba la tribuna. Eso sin hablar de las reuniones de las comisiones de las que formaba parte. Más allá de que tuviera o no razón, las declaraciones del diputado Noroña provocaban alboroto por el tono y la fuerza de sus palabras.
Cabe mencionar que el hoy senador y presidente de la Mesa Directiva ha hecho su carrera política montado en el escándalo, a base de gritos, insultos y siendo protagonista de altercados dentro y fuera del recinto parlamentario. Su estilo singular la mayoría de las veces raya en la agresión verbal y en ocasiones hasta física.
Ya se convirtieron en normal los altercados con la senadora del PAN, Lily Téllez, que desde que empezó la actual Legislatura en septiembre pasado, constantemente se gritan, ofenden y se faltan al respeto en plena sesión, lo cual en varias ocasiones ha desviado el motivo del debate de la sesión.
Es por ello que hoy resulta sorprendente, por decir lo menos, que un ciudadano, el abogado Carlos Velázquez de León, el pasado 21 de mayo haya asistido al Senado de la República a ofrecerle una disculpa al senador Noroña por un supuesto ataque en su contra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en septiembre del 2024.
Posterior al incidente en el AICM, el senador inició un proceso en contra del abogado por la “agresión” que sufrió, razón por la cual Velázquez de León tuvo que ir el pasado 21 de mayo al Senado a ofrecer públicamente su disculpa, si no se hacía acreedor a una prisión preventiva oficiosa.
Este hecho al parecer es inédito, pues no se había presentado una situación semejante. El representante popular ocupó las instalaciones del Senado de la República para que un ciudadano le ofreciera sus disculpas. La ceremonia levantó muchas críticas, pues dejaron ver la “delgada piel” del senador, eso sin tomar en cuenta los constantes gritos y ofensas que protagoniza con senadores de la oposición como la ya mencionada Lily Téllez, Federico Döring del PAN, Humberto Moreira del PRI, y todo aquel que se oponga a sus decisiones.
Pero los altercados del senador también se han extendido a otros actores. Recientemente tuvo una serie de desencuentros con la periodista Leti Robles de la Rosa, que cubre la fuente del Senado desde hace años, luego de que ésta exhibiera los gastos en uno de sus viajes a Europa en primera clase con todos los lujos.
Pero sus altercados también se han presentado con el PT, partido que lo llevó en varias ocasiones a ser diputado. Recientemente el senador no fue bien recibido en la reunión del Consejo Nacional de ese instituto político, a tal grado que tuvo que retirarse por las rechiflas que recibió. El legislador fue señalado de “malagradecido”, pues llegó a la Cámara Alta por el PT, y después se afilió a Morena.
Cabe mencionar que recientemente el senador no fue electo en la comitiva de senadores que viajaron a Washington, la capital de Estados Unidos, para cabildear en contra del impuesto de ese país a las remesas que se imponen a nuestro país, pues como representante jurídico de la Mesa Directiva debió asistir.