En el Año de la Mujer Indígena, trabajadoras agrícolas enfrentan exclusión, precariedad y abandono institucional. Organizaciones advierten que los compromisos del Plan Nacional de Desarrollo no se han traducido en políticas públicas efectivas.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 4 de agosto de 2025.– A más de medio año del inicio del nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, organizaciones de la sociedad civil agrupadas en la Alianza Campo Justo denunciaron que las mujeres jornaleras agrícolas continúan trabajando en condiciones de explotación, sin acceso a derechos laborales, seguridad social ni programas sociales adaptados a su realidad. Pese a que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) contempla garantizar trabajo digno, salario justo y una jornada legal para este sector, los avances han sido mínimos.
Durante una conferencia de prensa realizada este lunes en la Ciudad de México, representantes de la Alianza señalaron que la exclusión estructural persiste. “El Estado mexicano no ha cumplido con las acciones previstas en el PND para garantizar derechos laborales a las mujeres jornaleras”, advirtieron. Aun cuando el gobierno federal declaró 2025 como el Año de la Mujer Indígena, y la nueva Secretaría de las Mujeres —a cargo de Citlalli Hernández— ha identificado a las trabajadoras agrícolas como grupo prioritario, las condiciones de vida en los campos siguen marcadas por la desigualdad.
La Alianza subrayó que “las promesas no alcanzan”. Mientras desde el discurso oficial se habla de dignificar el trabajo agrícola, en la práctica, miles de mujeres —en su mayoría indígenas y migrantes— continúan laborando en jornadas extenuantes, sin contratos formales, expuestas a violencia, desplazamiento forzado y sin servicios públicos básicos. A pesar de los aumentos al salario mínimo, señalaron que “esto no basta para transformar su calidad de vida”, pues no va acompañado de medidas estructurales que garanticen inclusión y seguridad.
“Las políticas públicas atienden las consecuencias, pero no transforman las causas”, señalaron las integrantes de la Alianza. Por ello, hicieron un llamado al gobierno federal para revisar de manera urgente el régimen de seguridad social, que excluye a miles de trabajadoras migrantes; los mecanismos de inspección laboral, que no alcanzan los campos donde se normaliza la explotación; y el acceso a programas sociales, que no consideran la movilidad y temporalidad propias del trabajo agrícola.
En el encuentro con medios, mujeres jornaleras originarias de la Montaña de Guerrero compartieron sus testimonios sobre las condiciones que enfrentan. “Venimos año con año a trabajar lejos de nuestras comunidades, sin acceso a guarderías, sin atención médica, sin derechos. Nos siguen viendo como si no existiéramos”, dijo una de las trabajadoras presentes. Sus voces fueron acompañadas por organizaciones como Fundar Centro de Análisis e Investigación, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas y Oxfam México, todas ellas integrantes de la Alianza Campo Justo.
Las organizaciones enfatizaron que cualquier política destinada a mujeres jornaleras debe construirse con su participación directa. “Su voz, su experiencia y sus propuestas deben estar en el centro de las decisiones públicas”, declararon. Además, pidieron que los programas de apoyo incorporen una perspectiva de cuidados, justicia de género e interculturalidad, para que respondan verdaderamente a sus contextos.
Desde su fundación hace cinco años, la Alianza Campo Justo ha trabajado para visibilizar la situación de vulnerabilidad en la que viven millones de personas jornaleras, especialmente mujeres indígenas migrantes. En este sexenio, sostuvieron, se abre una oportunidad política que no debe desaprovecharse. “Nombrar el problema no es suficiente. Sin políticas públicas que garanticen derechos, los discursos quedan vacíos”, concluyeron.
Las demandas completas, propuestas de política pública y materiales de trabajo pueden consultarse en el sitio oficial de la Alianza: www.campojusto.mx.