En Guadalajara, ante la falta de mecanismos efectivos para regular las rentas y frenar desalojos, el colectivo OKUPA GDL impulsa la reactivación del Sindicato Revolucionario de Inquilinos, una estrategia legal y política para proteger el derecho a la vivienda. La iniciativa busca responder al encarecimiento del suelo urbano, al aumento de viviendas deshabitadas y al debilitamiento de las garantías para quienes rentan o pagan hipoteca. 

Con propuestas como limitar la renta al 4% del valor catastral, fomentar el uso social de inmuebles vacíos y crear herramientas de apoyo solidario, el Sindicato pretende convertirse en un contrapeso al poder inmobiliario y replicarse en otras zonas del Área Metropolitana.

Por Vanessa Briseño /  @nevervb / @ZonaDocs

En Guadalajara, frente al aumento desmedido de rentas, los desalojos y la falta de opciones habitacionales dignas, integrantes del colectivo OKUPA GDL impulsan la propuesta del Sindicato Revolucionario de Inquilinos como una estrategia legal y política para defender el derecho a la vivienda.

José Antonio García Casal, integrante del colectivo, compartió en entrevista para ZonaDocs que la reactivación del Sindicato Revolucionario de Inquilinos surgió ante la ausencia de mecanismos legales eficaces para proteger a quienes rentan vivienda en Guadalajara frente a cobros excesivos, desalojos y desplazamientos forzados vinculados a la gentrificación.

Señaló que el Código Civil contempla un límite de renta basado en el valor catastral, pero este tope resulta ineficaz frente a las condiciones reales del mercado.

“No hay nada que impida que el dueño del inmueble, al término del contrato, pida el desalojo para volver a rentar a un precio más alto. Así comienza el ciclo depredador”, advirtió.

Desde OKUPA GDL, se busca construir una fuerza organizada que haga contrapeso al poder del sector inmobiliario. Para José Antonio, la figura del sindicato de inquilinxs representa una herramienta legítima y necesaria para enfrentar un modelo de ciudad que expulsa a las personas hacia las periferias. 

A partir de la experiencia de otras luchas sociales y del acompañamiento de diversas personas involucradas identificaron que, en efecto, existen vestigios de organizaciones similares que datan de  hace un siglo, con demandas que siguen vigentes:

“No estamos inventando el hilo negro. La historia ya había planteado este camino, y creemos que hoy es momento de retomarlo con urgencia”, afirmó.

Como parte de los esfuerzos del colectivo para impulsar este proyecto, durante una serie de  charlas ofrecidas por OKUPA GDL, se demostró que una de las preocupaciones más constantes entre lxs inquilinxs ha sido la falta de límites reales a los aumentos en el precio de las rentas. Según José Antonio, el tope legal previsto en el artículo 2041 del Código Civil, basado en el valor catastral, resulta insuficiente y no frena los aumentos desmedidos, lo que permite que los propietarios desalojen o presionen para renegociar contratos en condiciones cada vez más desfavorables.

Igualmente, el colectivo identificó un fenómeno contradictorio: mientras miles de personas enfrentan dificultades para acceder a una vivienda, en Guadalajara hay al menos 45 mil viviendas deshabitadas y otras 10 mil de uso temporal, lo que representa cerca del 12.5 % del total, de acuerdo con datos del 2020 procedentes del INEGI.

Otro de los diagnósticos que emergieron fue la precariedad de quienes han adquirido una vivienda mediante crédito bancario. Aunque formalmente ya no son inquilinos, “el reentero ya no es el casero, sino un banco”, señaló José Antonio. A pesar de que las tasas de interés parecen bajas, los créditos hipotecarios acaban por triplicar o cuadruplicar el monto originalmente prestado, debido a un esquema de pagos que favorece al capital financiero. Esta carga, combinada con salarios estancados y el encarecimiento del suelo urbano bien ubicado, agrava la desigualdad habitacional.

En respuesta a este panorama, las personas que integran el colectivo insisten en que un sindicato de inquilinxs puede convertirse en una herramienta legal y política sólida que sea capaz de replicarse en otras áreas, como por ejemplo, Zapopan y Tlaquepaque.

Pese a que reconocen que la legislación laboral actual no contempla a los inquilinos como trabajadores, José Antonio señaló que la figura sindical ofrece garantías jurídicas que otras formas organizativas no tienen. “Un sindicato tiene libertad de organización interna y no puede ser cancelado por decisión administrativa del Estado”, apuntó. 

Aunque prevén resistencias institucionales, consideran que esta vía puede generar contratos colectivos entre inquilinos y propietarios, como ocurre en otros países, y marcar una ruta de lucha ante un modelo de ciudad que prioriza la especulación por encima del derecho a habitar.

 

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Ser sede del Mundial: el pretexto perfecto 

En ese contexto, el Mundial de 2026 actúa como un catalizador que intensifica los procesos de gentrificación, especulación inmobiliaria y despojo en Guadalajara. Esto advierte que el evento puede exacerbar la transformación de la ciudad en función de intereses ajenos a quienes la habitan, así lo señaló José Antonio: “Parece que la ciudad es un parque de diversiones y no el hogar de millones de personas”. 

El fenómeno no solo se manifiesta en obras como la intervención del Parque Rojo, sino también en decisiones que, afirma, se toman sin consultar a la población local:

“El Mundial es blanco y entonces ellos son los dueños, ellos son quienes toman las decisiones por encima de quienes vivimos aquí”, denunció. 

También explicó que el sindicato está abierto a cualquier persona que enfrente problemas relacionados con la vivienda, sin importar su condición laboral o situación económica. Ante la falta de reconocimiento legal inmediato del sindicato, quienes impulsan el proyecto evalúan formas flexibles de organización y financiamiento.

Señaló que existe disposición entre las personas interesadas para aportar desde 100 pesos mensuales, aunque todavía no tienen una cuenta colectiva oficial. Esto para iniciar formalmente el proceso ante la Secretaría del Trabajo. Frente a esto, prevén realizar elecciones internas para constituir los comités y continuar con las tareas sustantivas del sindicato.

Como eje de acción, se tiene como propuestas las “cinco P”: prevenir, preparar, proteger, presionar y postular. Estas líneas guían las estrategias del futuro sindicato. Buscan prevenir abusos revisando contratos de arrendamiento y asegurando que las condiciones legales sean adecuadas; preparar a las personas mediante capacitaciones en derechos humanos y organización comunitaria; proteger mediante acompañamiento legal y político en casos de desalojo; presionar a través de acciones públicas y movilizaciones; y postular propuestas concretas, como la reducción del tope de renta al 4% del valor catastral o la gestión social de inmuebles vacíos.

 

 

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También contemplan herramientas económicas solidarias, como seguros de desempleo o enfermedad para afiliados, administración de propiedades a precios sociales y, eventualmente, la compra colectiva de deudas hipotecarias para reducir las tasas de interés que actualmente impone la banca.

En lo que respecta a la respuesta de las autoridades, José Antonio expresó que esperan que cumplan con lo que ya establece la ley y la Constitución en materia de vivienda. Señaló que el Congreso del Estado debería aprobar la propuesta de limitar el cobro de renta al 4% del valor catastral, ya que “el 4% es lo mínimo” y representa una medida urgente y necesaria ante la falta de regulación actual.

Cuestionó propuestas como la de limitar el aumento de renta a la inflación, pues en la práctica no garantizan una mejora. Además, pidió que el Instituto Jalisciense de la Vivienda (IJALVI) se sume a esta exigencia y gestione un mayor presupuesto; que el DIF y los municipios utilicen sus facultades para denunciar o expropiar inmuebles vacíos y deshabitados; y que se frene la venta de propiedades públicas para fines especulativos: “¿Qué les pido? Que respeten la ley, que respeten la Constitución al pie de la letra”, concluyó.

Si deseas sumarte al proyecto o mantenerte informadx sobre las actividades del Sindicato de Inquilinos en formación, puedes seguir la cuenta de Instagram @okupagdl, donde se difunden convocatorias, materiales de apoyo y actualizaciones del movimiento.

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