El Secretario General António Guterres urgió a un alto el fuego inmediato y a retomar la diplomacia, mientras el OIEA confirma graves daños en instalaciones nucleares iraníes y advierte sobre posibles fugas radiactivas.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 23 de junio 2025.- Los recientes ataques aéreos de Estados Unidos contra instalaciones nucleares de Irán, en apoyo a la campaña militar de Israel, despertaron las alarmas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ayer, domingo 22 de junio, el Secretario General de la ONU, António Guterres, convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad donde advirtió que estas acciones “sólo aumentan el riesgo de una guerra más amplia y daños graves al orden internacional”. Sus declaraciones se producen tras diez días de intensos intercambios de misiles entre Teherán y Tel Aviv, iniciados por Israel con el objetivo de paralizar el programa nuclear iraní.
Guterres enfatizó la urgencia de la diplomacia para evitar una “espiral de represalias tras represalias”. Hizo un llamado “inmediato y decidido” a detener los combates y retomar “negociaciones serias y sostenidas sobre el programa nuclear de Irán”. El máximo responsable de la ONU recalcó que los ciudadanos de Oriente Medio no pueden soportar otro ciclo de destrucción y exigió un alto el fuego. Asimismo, instó a Irán a “respetar plenamente” el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, considerándolo una “piedra angular de la paz y la seguridad”. Irán, por su parte, negó las acusaciones de Israel y otros países sobre sus ambiciones nucleares, afirmando que su programa es exclusivamente pacífico.
Por su parte, Rafael Grossi, director del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), se unió a las advertencias, informando a los embajadores que los ataques militares contra las instalaciones nucleares iraníes han “comprometido gravemente la seguridad” y podrían acarrear “graves riesgos si la situación empeora”. Grossi lamentó una “grave degradación de la seguridad nuclear”, aunque confirmó que hasta el momento no se han producido fugas radiactivas que afecten a la población. El director del OIEA subrayó que si se cierra la “breve ventana de oportunidad para volver al diálogo”, la destrucción podría ser “inconcebible” y el régimen mundial de no proliferación nuclear podría “desmoronarse y caer”.
Grossi detalló que la principal instalación de enriquecimiento de Irán en Natanz ha sufrido “daños importantes”, incluyendo infraestructura eléctrica clave y salas subterráneas con materiales de uranio. La principal preocupación ahora es la “contaminación química”. También mencionó daños en otras instalaciones como Isfahán, Arak y Teherán. Si bien los niveles de radiación externa permanecen normales, los ataques generaron preocupación sobre la central nuclear operativa de Bushehr. Grossi advirtió que cualquier ataque a Bushehr podría provocar una “fuga radiactiva masiva en toda la región”, un riesgo que consideró “real”, poniendo en peligro vidas y retrasando la diplomacia. El OIEA está listo para enviar expertos a supervisar las instalaciones dañadas.
Por otro lado, Miroslav Jenča, subsecretario general de Asuntos Políticos de la ONU, describió la situación como “un momento peligroso” y confirmó los graves daños a las instalaciones iraníes, citando imágenes satelitales y reportes de que los túneles y edificios en la instalación nuclear de Fordow han sido alcanzados. Instó a Teherán a permitir el acceso a los inspectores del OIEA “tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan”. Jenča enfatizó que no existe una “solución militar a este conflicto”, advirtiendo que la región corre el riesgo de verse “envuelta en una mayor inestabilidad y volatilidad”.
Jenča también refirió el aumento en las víctimas, refiriendo que la mayoría de los 430 muertos en Irán han sido civiles, mientras que Israel reportó 25 muertos y más de 1300 heridos. También destacó las crecientes amenazas de grupos armados no estatales, como los hutíes en Yemen, cuyas represalias podrían expandir el conflicto. Ante este escenario, el parlamento iraní expresó su apoyo al cierre del crucial estrecho de Ormuz, una ruta comercial vital. “El mundo no se librará de las ramificaciones de este peligroso conflicto”, afirmó Jenča, instando a los países a actuar conforme al derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
En la reunión del Consejo de Seguridad, el representante de Irán, quien solicitó la sesión de emergencia, acusó al “criminal de guerra Netanyahu” de arrastrar a Estados Unidos a una “guerra costosa y sin sentido”. Afirmó que el mundo está siendo testigo de una “verdadera corrupción del sistema estadounidense y de sus dirigentes”, y reiteró el derecho de su país a una “respuesta proporcionada”. El enviado iraní calificó los ataques de Estados Unidos como una violación de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y del estatuto de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, señalando que Estados Unidos ha demostrado no tener respeto por el derecho internacional en Irak, Afganistán o Libia.
El embajador ruso ante el Consejo de Seguridad advirtió que Estados Unidos ha “abierto la caja de Pandora”, expresando temores por las “consecuencias imprevisibles en Irán, en la región y en todo el mundo”. Criticó a Washington por “dejarse manipular por Israel” y por su hipocresía al pedir moderación a Irán, mientras ignora que Israel no es parte del Tratado de No Proliferación. El representante ruso también cuestionó a Rafael Grossi por no mencionar el riesgo de un conflicto nuclear a gran escala. Por su parte, la delegada estadounidense afirmó que “el régimen iraní no puede adquirir armas nucleares”, justificando la operación para eliminar “toda esta fuente de inseguridad” y permitir a Israel defenderse. Advirtió que cualquier respuesta iraní contra blancos estadounidenses “dará lugar a represalias devastadoras”.
El representante de China condenó los ataques de Estados Unidos, considerándolos una clara violación de la Carta de la ONU, el derecho internacional y la soberanía iraní. Subrayó que los bombardeos “han asestado un duro golpe al régimen de no proliferación nuclear”; también hizo cuatro llamamientos: un inmediato alto el fuego, especialmente para Israel; la protección efectiva de civiles, reiterando que nunca deben ser objetivos militares; un compromiso con el diálogo y la negociación; y acciones rápidas del Consejo de Seguridad. Finalmente, anunció que China, Rusia y Pakistán solicitarán una resolución para un alto el fuego inmediato, dejando en claro la grave encrucijada en la que se encuentra la seguridad global y la necesidad urgente de retomar la senda diplomática para evitar una catástrofe mayor.
