Organizaciones acusan que el Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex incluye la explotación de “yacimientos de geología compleja”, término que consideran un eufemismo para referirse al fracking, técnica prohibida de facto por el gobierno anterior por sus impactos ambientales y en la salud.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 7 de agosto de 2025.– La Alianza Mexicana contra el Fracking denunció que el Plan Estratégico 2025-2035 de Petróleos Mexicanos (Pemex) contempla el uso de fracturación hidráulica para la extracción de gas, pese a que la técnica ha sido rechazada por comunidades, especialistas y gobiernos anteriores debido a sus impactos socioambientales.
De acuerdo con la organización, el documento presentado esta semana por la presidenta Claudia Sheinbaum y su gabinete evita mencionar la palabra “fracking”, sustituyéndola por términos como “yacimientos de geología compleja” o “plays no convencionales”. Estos conceptos, señalaron, se utilizan en la industria para referirse a formaciones que requieren el uso de fracturación hidráulica.
El plan establece como meta el incremento de la producción de gas fósil, lo que —según la Alianza— implica impactos irreversibles en el ambiente, el agua, el clima y la salud. La agrupación recordó que esta técnica utiliza grandes volúmenes de agua y puede liberar contaminantes como metales pesados, hidrocarburos aromáticos, partículas finas y sustancias radioactivas, asociados a enfermedades respiratorias, cáncer y daños neurológicos.
Organizaciones advirtieron que la estrategia de Pemex contradice compromisos previos del Estado mexicano y recomendaciones internacionales que llaman a abandonar progresivamente los combustibles fósiles para enfrentar la crisis climática. Asimismo, señalaron que el plan omite mecanismos de acceso a información y participación ciudadana, en incumplimiento del Acuerdo de Escazú, ratificado por México.
La Alianza recordó que experiencias documentadas en Estados Unidos y Argentina muestran que, lejos de reducir el consumo de agua, el fracking incrementa la demanda de este recurso. En Texas, por ejemplo, algunos pozos han llegado a utilizar más de 150 millones de litros de agua dulce.
Finalmente, el colectivo exhortó al gobierno federal a prohibir de manera definitiva el fracking y a cumplir sus compromisos en materia de derechos humanos y protección ambiental. “No importa cómo lo llamen, estimulación o recuperación de yacimientos de geología compleja, esta técnica representa un riesgo para las comunidades y las generaciones futuras”, señaló.