El Consejo Supremo Indígena de Michoacán denuncia el abandono histórico del Lago de Pátzcuaro y demanda que el gobierno cumpla sus promesas de rehabilitación, en un llamado a proteger no solo un ecosistema, sino la identidad misma del pueblo P’urhépecha.
Por Redacción / @Somoselmedio
Ciudad de México, 27 de junio 2025.- El Consejo Supremo Indígena de Michoacán, en un comunicado difundido ayer 26 de junio, hizo un llamado urgente a las autoridades para revertir el daño causado al lago, que no sólo es una fuente de vida, sino un elemento sagrado dentro de la cosmovisión P’urhépecha. “El agua no es un recurso, es un ser vivo con el que tenemos una relación espiritual”, se señaló en el documento, en el que se exigió al gobierno del estado y federal tomar medidas concretas para su rescate.
En la década de 1980, el gobierno federal llegó a Jarácuaro con la promesa de llevar “progreso” a través de un puente que conectaría la entonces isla con tierra firme. Sin embargo, lo que se construyó fue un terraplén que, lejos de mejorar la comunicación, bloqueó el flujo natural del agua y tapó los manantiales que alimentaban el lago. “Nos vendieron modernidad, pero nos dieron muerte lenta para nuestro lago”, denunciaron en el comunicado. Desde entonces, el deterioro del Lago de Pátzcuaro se fue acelerando, a pesar de los múltiples estudios, comités y recursos millonarios destinados a su rescate, sin resultados tangibles.
La situación se agravó en julio de 2024, cuando el gobernador de Michoacán prometió públicamente demoler el terraplén y construir un puente que permitiera la revitalización de los manantiales. No obstante, la comunidad fue nuevamente engañada: en lugar de una nueva estructura, las autoridades sólo reforzaron el terraplén existente, argumentando falta de presupuesto. “Es una burla a nuestra historia y a nuestra lucha”, expresaron los representantes indígenas, quienes además insistieron en que la única solución real es restablecer el flujo hidrológico original.
El deterioro del Lago de Pátzcuaro no es un problema aislado. Junto con los lagos de Cuitzeo y Zirahuén, forman parte de un sistema hídrico que desde décadas pasadas, mantiene una sobreexplotación, contaminación y mala gestión. Por ello, el Consejo Supremo Indígena exigió que el Plan de Justicia para el Pueblo P’urhépecha, impulsado por el gobierno federal, incluya acciones concretas para recuperar estos cuerpos de agua, no sólo cómo un tema ambiental; sino también un acto de reparación histórica hacia las comunidades originarias.
Este viernes 27 de junio, Jarácuaro será sede de la Tercera Asamblea para la Construcción del Plan de Justicia P’urhépecha, un espacio donde decenas de comunidades discutirán estrategias para defender su autonomía, territorio y recursos naturales. El evento, abierto a todas las comunidades indígenas de la región, busca consolidar una agenda común frente a lo que consideran una omisión deliberada del Estado mexicano. “No vamos a permitir que nuestro lago muera en silencio”, advirtieron.