En el marco del Día Internacional de la información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, 4 de abril, resulta de suma importancia hablar acerca del extractivismo minero en México y como este ha provocado grandes daños a las comunidades.
Por Alejandra GS / @AleGonSol
¿Qué es el extractivismo?
El extractivismo es un modelo de apropiación de bienes naturales para la producción de materias primas a gran escala, dirigido al mercado global con un alto impacto ambiental y social. Esta actividad opera con la intención de incrementar la acumulación de riqueza de las corporaciones y las élites regionales, generando una economía que sale y no deja nada en las comunidades explotadas refirió Fernanda Paz, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
¿Cómo surge el extractivismo en México?
En 1982, a partir de la crisis de la deuda externa, el gobierno de México negoció con el Fondo Monetario y el Banco Mundial la modificación de esta, a cambio de la implantación del modelo neoliberal en el país, con una fuerte reducción del Estado en diversos ámbitos, como la economía, desaparición de las políticas públicas de desarrollo regional y sectorial, el dominio de los mecanismos del mercado, privatizaciones y desregulaciones masivas y una nueva institucionalidad nacional a favor de las grandes corporaciones nacionales y del exterior, señala Violeta Núñez Rodríguez en el artículo El extractivismo minero en México bajo la Cuarta Transformación 2018-2024.
Además se menciona que en 1992 se reforma el artículo 27 Constitucional el cual cancela el reparto agrario y legaliza la compraventa de la propiedad social (del ejido). A partir de esta modificación se llevó a cabo la aprobación de la Ley Minera, en donde se decreta la minería como de utilidad pública, permitiendo a las empresas el acceso a los minerales a través de concesiones hasta por 100 años, sin un establecimiento de límite de propiedad. Por lo que de acuerdo con el artículo 19 de la normativa, las empresas tienen derecho a la exploración y explotación de los lotes mineros.
Impactos de extractivismo minero en México
El extractivismo minero genera una gran contaminación ambiental e impactos en la salud de la población, por medio de metales pesados que son absorbidos por seres humanos y animales, además de contaminar manantiales y ríos, además elimina todo tipo de flora, resultando en un territorio destruido e inutilizable para la actividad productiva, refiere Sol Pérez Jiménez en el artículo El extractivismo minero en México bajo la Cuarta Transformación 2018-2024.
De acuerdo con datos del Centro de Análisis e investigación (Fundar) en el Anuario “Extractivismo en México” 2018, hasta ese año existían más de 800 conflictos socioambientales, resultado de la explotación de recursos naturales y energéticos, se registraron 440 ataques a personas defensoras de territorio, la tierra y el medio ambiente, y 95 casos de criminalización.
Además mencionan que existían 73 proyectos mineros en Áreas Naturales Protegidas y 576 proyectos mineros en acuíferos con déficit hídrico, . El 92% de las compañías que tienen permiso para la extracción de minerales y metales preciosos del subsuelo, son extranjeras y el 77% de capital canadiense.
Surgimiento de la REMA
La Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA) es una red de organizaciones que trabaja por la defensa del territorio y en contra del despojo impulsado por el extractivismo minero en México. Además acompañan acciones colectivas y organización comunitaria, fortaleciendo el ejercicio de la autodeterminación y la exigibilidad de los derechos colectivos, así como la articulación entre comunidades y organizaciones a nivel local, regional y nacional en contra del modelo extractivo que impulsan actividades como la minería.
La REMA nace en junio del 2008 en Temacapulin, Jalisco, en el marco del V Encuentro del Movimiento Mexicano de Afectados por Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) como una red conformada por comunidades, movimientos, redes y organizaciones afectadas por los impactos sociales y ambientales del extractivismo minero en México.
Entre Bety Cariño de Oaxaca y Mariano Abarca de Chiapas, fundaron la REMA, quienes fueron asesinados en 2009 por luchar en contra de los grandes daños que genera el extractivismo minero que afecta la vida de las pobladores de las comunidades, a pesar de tener un panorama gris, puesto que al ingresar las empresas mineras en los territorios, resulta casi imposible sacarlas.
Desde la muerte de Bety Cariño y Mariano Abarca, la REMA ha exigido justicia, por medio de distintas acciones y ha denunciado también de forma frecuente ataques y criminalización de las y los defensores del territorio, así como la militarización que se arraigó en los comunidades de asentamiento minero.
La gran labor de la REMA desde sus inicios, fue la prevención del arribo de proyectos mineros en los territorios, identificando la necesidad de fomentar la organización comunitaria para la prevención y la defensa integral de sus derechos y bienes comunes.
Actualmente la lucha continúa desde la prevención, la información, el ejercicio de los derechos colectivos desde los territorios afectados por la minería, la desmitificación del Modelo extractivo y la promoción de alternativas al modelo capitalista extractivista.
La ley minera
El 21 de abril del 2023 fue anunciada la reforma a la ley minera y publicada el 8 de mayo, en donde se describe en el artículo 15 que las concesiones en lugar de durar 100 años, durarán 80. Además se hicieron cambios en otros artículos, lo que representa un avance significativo en contra de los grandes daños del extractivismo minero en México.