En una ofrenda colectiva en la Ciudad de México, la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México, recordó a sus muertos y denunciaron la guerra de exterminio y represión contra sus territorios, exigiendo el fin de la violencia y convocando a una acción global en defensa de la autonomía y la justicia.
Colectivos y familias de personas desaparecidas denunciaron graves violaciones a la dignidad post mortem cometidas por el Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO).