Gerardo, estudiante de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional y actual Médico Interno de Pregrado, fue detenido por presunta agresión sexual sin pruebas contundentes. La falta de transparencia en el proceso y la negación de su derecho a una defensa justa ha generado preocupación e indignación entre sus compañeros y la comunidad médica.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
El 28 de marzo de 2023, después de terminar su guardia, Gerardo se dirigía a su casa cuando sus familiares y amigos perdieron contacto con él. Al día siguiente, se enteraron de que estaba detenido en la fiscalía regional de San Cristóbal, Ecatepec. Gerardo no tuvo la oportunidad de contactar a su familia y estuvo incomunicado durante 24 horas.
Según su testimonio, Gerardo se dirigía a su casa después de haber terminado su guardia, cuando una señora lo abordó en la calle para preguntarle la hora y, mientras revisaba su teléfono, nota que detrás de él se aproxima un señor y ante la sospecha, Gerardo decide correr, pero la señora lo agarra de la mochila, al mismo tiempo que llega el señor y comienza a golpearlo en la cabeza. Llaman a la policía, estos llegan, lo despojan de sus pertenencias y lo detienen, pero sus pertenencias, incluyendo su celular e identificaciones, desaparecieron.
La otra parte involucrada lo acusa de tocar a su hija, pero ambas declaraciones no coinciden, y el lugar en el que la señora declara que ocurrieron los hechos no es el mismo de su detención.
La familia recibió la noticia de que Gerardo está siendo trasladado al penal de Chiconautla, Ecatepec, sin haberse desahogado todas las pruebas. “Lo último que nos informaron es que están acelerando el proceso para trasladarlo lo más rápido posible, todo esto sin siquiera revisar las cámaras donde sucedieron los hechos.”
Ante esto, sus familiares denuncian que Gerardo es víctima de atropello a sus derechos, como la falta de contacto entre ellos y la extorsión por parte del personal de la fiscalía que les pidió dinero para dejarlos ver físicamente a Gerardo.
En su primera audiencia en el penal, se le asignó una abogada de oficio que no tenía conocimiento del caso, por lo que su familia y sus colegas temen por la integridad y la libertad de Gerardo y piden transparencia y justicia en su proceso.
Sus familiares, compañeros y colegas afirman que Gerardo es un individuo íntegro y ético.
“Los que conocemos a Gerardo, que hemos sido sus compañeros e incluso trabajamos codo a codo con él durante las guardias en el internado, no dudamos de su integridad moral y ética. La forma en que han sucedido los hechos nos hacen dudar de la legalidad de lo que está ocurriendo, nos hace sospechar que hay varias personas involucradas en todo un acto de corrupción e injusticia”, denunciaron sus compañeros y amigos.
El próximo lunes 3 de abril, familiares de Gerardo realizarán una manifestación en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, para exigir al gobierno federal y estatal que se investigue el caso y se deje en libertad al joven médico.
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