Largas filas que pronto avanzan se crean frente a la puerta de la casa Miguel Alemán, la cual forma parte de la antes Residencia Oficial de Los Pinos, y que ahora está abierta a todo el público. Este martes fue la tercera jornada en la que personas de la Ciudad de México y otras provenientes de diversos estados de la República pudieron adentrarse en el recinto que albergó a la familia del anterior presidente, para conocer la gran casa desde el interior.

Fue el primero de diciembre de este año cuando las puertas de la antes Residencia Oficial de Los Pinos fueron abiertas al público con el fin de convertir el lugar en un espacio destinado a actividades culturales, al menos así lo ha planteado la actual administración federal, a través de la Secretaría de Cultura.

Foto: Mercedes Matz

Hasta el pasado 30 de noviembre de 2018, Los Pinos fue una zona exclusiva del Estado Presidencial y a la que solo podía ingresar personal autorizado e invitados designados, como familiares del Presidente en turno, mandatarios de otros países o funcionarios de alto nivel.

Desde los primeros recorridos públicos, algo que llamó la atención de los visitantes fue la ausencia de pertenencias en las diferentes habitaciones del ahora Complejo Cultural, por ejemplo, la falta de vajillas en la cocina. “Todo se lo llevaron, hasta los botes de basura”, dice uno de los visitantes mientras recorre el interior del lugar.

Sin embargo, ante la ausencia de vajillas, electrodomésticos y otro tipo de muebles, hubo artículos que permanecieron, y esos fueron los libros. La Biblioteca José Vasconcelos que se encuentra en la planta baja del recinto, aún resguarda cientos de libros de los que apenas se alcanza a distinguir los títulos debido a las restricciones para acercarse a ellos.

Sin embargo es posible leer algunos de los títulos grabados en los lomos. En la biblioteca se hallan diccionarios jurídicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas, una enciclopedia cultural, libros de arte moderno y contemporáneo, una Bibliografía Crítica de Octavio Paz, y una enciclopedia de Derecho del Pueblo Mexicano en diversos tomos, entre cientos más. A diferencia del resto de pertenencias, estos libros se mantuvieron como parte de la ex Residencia Presidencial.

Foto: Mercedes Matz

Lo que ves es lo que hay

A pesar de la poca oferta de artículos para admirar, la curiosidad de los visitantes no se vio mermada. Las miradas se enfocaron en las gruesas cortinas, las complejas lámparas colgantes, la sala de cine con 35 asientos, y el comedor principal con sillas acolchonadas y espacio para 28 integrantes.

Las mesas de madera y algunos muebles vacíos también dieron de qué hablar: “Estos muebles los dejaron los (presidentes) anteriores porque ya se ven muy maltratados”, teoriza una de las visitantes. Otro de las asistentes justifica la ausencia de pertenencias al mencionar que cada mandatario suele llevarse sus muebles al ser un “regalo del pueblo”, mientras su acompañante le frunce el ceño como en desacuerdo.

Una vez dentro de la residencia, las personas se toman la famosa selfie y el retrato familiar. Los celulares se levantan al mismo tiempo, unos y luego otros para lograr la mejor toma. Las cámaras apuntan a todos lados y a nada a la vez.

Foto: Mercedes Matz

Como parte del recorrido también es posible conocer el resto de recintos que habitaron antiguos mandatarios mexicanos, como la casa Lázaro Cárdenas, una Galería cultural abierta los fines de semana, jardines y un estante habitado por peces de intenso color anaranjado.

La Calzada de los Presidentes es el pasillo que se debe recorrer en primera estancia para llegar a las antiguas casas. Al margen de esta calzada se encuentran las estatuas de los presidentes de México, el primero, por ser el más reciente: Enrique Peña Nieto, a un lado se encuentra una base de mármol vacía: “esa es de Andrés Manuel” dice un integrante del Ejército.

Mientras recorren la calzada, con rumbo a la antigua residencia, uno de los visitantes expresa: “Vamos a ver qué quedó”. “Hay muchas cosas todavía, no se preocupe”, le responde una joven con traje de militar que da la bienvenida al resto de los visitantes.
Los visitantes pueden ingresar de manera totalmente gratuita de martes a domingo, de las 10:00 a las 17:00 horas. Incluso se cuenta ya con una página web para más información: lospinosparatodos.com

Foto: Mercedes Matz
Foto: Mercedes Matz
Foto: Mercedes Matz
Foto: Mercedes Matz
Foto: Mercedes Matz
Foto: Mercedes Matz
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